Errores frecuentes

La compleja gramática del español nos induce a incurrir en errores esporádicos que tornan frecuentes tanto más cuanto mayor es el número de hablantes. Estúdiense los más comunes:
  • *Estoy seguro que / estoy seguro de que: en este caso, la supresión de la preposición de no es correcta, pues la subordinada sustantiva de complemento del adjetivo la exige. Tal es el caso de propenso (a), resuelto (a), equivocado (sobre), cansado (de), etc., en cuyo uso es incorrecta la supresión de la preposición regida.
  • *Abrir vosotros la puerta / abrid vosotros la puerta. En este caso, la formación del imperativo se realiza mediante la inclusión del infinitivo. Esta expresión es censurable debido al poco uso documentado en literatura. Consecuentemente, cuando se añaden pronombres eclíticos al verbo (como acordaros) al ser éste pronominal, el imperativo suprime la r, quedando acordaos (y no acordaros). El verbo ir, por ejemplo, presenta imperativo (en segunda persona) id, siendo la forma pronominal idos. El verbo callar, sin embargo, presenta infinitivo callad, siendo la forma pronominal callaos (y no callados).
  • *Debes de abrir la puerta / debes abrir la puerta. Aquí, el error es censurable por el empleo incorrecto de una perífrasis verbal aspectual supositiva cuando el mensaje requiere una perífrasis modal de obligación (debes=tienes que).
  • No se hizo como debería / debiera / debía. Según la Real Academia Española, aunque el uso canónico del condicional es éste mismo, en los verbos modales poder, querer y deber se admite el uso de la forma en -ra del pretérito imperfecto o pluscuamperfecto en un lenguaje más elaborado; y es asimismo válida la forma del imperfecto de indicativo.
  • Adición de una -s innecesaria en formas como el imperativo del verbo ir o en el pretérito perfecto simple de verbos tales como ir, hablar, cantar, coger, etc. Ejemplos: Ves / ve a por una jarra; Fuistes / fuiste a por una jarra; Hablastes / hablaste con el profesor.
  • Conjugación errónea del participio y de muchos otros tiempos del verbo satisfacer: satisfacido / satisfecho; satisfaciste / satisficiste.

  •  Ejercicio del fenómeno del queísmo y de sus correspondientes variantes. Véase en los siguientes ejemplos: Finalmente, María avisó que no iría a tu fiesta; No te das cuenta que no vas a ser seleccionado; El día que nos conocimos.La forma de detectar y evitar el queísmo es localizar la subordinada sustantiva (que no iría a tu fiesta y que no vas a ser seleccionado) y sustituirla por esto (María avisó esto, No te das cuenta esto), modificación que hace evidente la necesidad de incluir una preposición (de en ambos casos), de modo que la oración sea significativa (María avisó de esto, No te das cuenta de esto). Así, las oraciones quedan permutadas en las que siguen: Finalmente, María avisó de que no iría a tu fiesta; No te das cuenta de que no vas a ser seleccionado.
* Un caso distinto se plantea con las subordinadas de relativo: en este caso, es necesario dilucidar, de forma aproximada, la función del pronombre relativo que, realizándose de la siguiente manera. En primer lugar, se estudia la posible sustitución del que, pues es equivalente a el cual y éste a El día. Aplicando la sustitución, se halla la construcción errónea y, consecuentemente, censurable: Nos conocimos el día, donde se advierte la necesidad de incluir una preposición (en, en este caso).

    ULTRACORRECCIÓN: fenómeno lingüístico en que se corrige un giro, vocablo o expresión en una lengua siendo totalmente correcta y careciendo de agramaticalidad. Suele apreciarse en participios (imprimido/impreso, proveído/provisto -todos ellos correctos-) y en giros dialectales (bailaora por bailadora, bacalao por bacalado). En ocasiones, la correción que queda propuesta es, incluso, incorrecta, como en el caso de bailaora por bailadora.